La profesión del futuro se escribe con la letra R

En el panel estratégicamente ubicado, el anuncio de la escuela dice: "llevamos al estudiante de secundaria a un concurso público". Eso no tendría nada de malo, si a esta comunicación le faltaran dos ingredientes esenciales, la pasión y la vocación. Ya nadie habla de eso, nos acostumbramos a usar el tiempo como un tren descarrilado: siempre corriendo, siempre debiendo, siempre pensando en las tareas del mañana. Y cuando llegue mañana, ¿estamos realmente felices?


Cada vez es más habitual hablar de las profesiones del futuro, muchas de ellas vinculadas a la tecnología. Es el movimiento natural del mundo, saludable, si no fuera acompañado de motivaciones que no se sostienen en el largo plazo. La profesión del futuro está escrita con una R mayúscula, de RESPETO - respeto por los demás y, sobre todo, por uno mismo.


Quizás, el anuncio de la escuela sería más interesante si dijera: “llevamos al alumno a encontrar su pasión y tener mucho éxito viviendo de ella”. Es una utopía pensar que todos podemos vivir de nuestras vocaciones. Pero aquellos que pueden elegir deben intentarlo. Para que, poco a poco, podamos igualar las cosas, hasta que el universo de gente triste en el trabajo disminuya.


Cuanto antes comprenda una persona lo que quiere (o lo que no quiere), más rápido obtendrá el camino. El filósofo romano Séneca, fallecido en el 65 d. C., no podría estar más actualizado: “cuando se navega sin destino, no hay viento favorable”. Por supuesto, estamos hablando de la realidad brasileña, en la que es fundamental tener los pies en la tierra, pero el cuestionamiento es imprescindible.


Siempre estamos esperando que acabe la semana. Sentados en la silla de la existencia, esperamos que llegue la muerte. Pero, entre nacer y morir, debe haber mucho más. ¡Tenemos que levantarnos! Para Peter Druker, considerado el padre de la gestión moderna, "cuando ves un negocio exitoso es porque alguien, algún día, tomó una decisión valiente".


Es la pasión la que nos mueve. Es lo que nos hace despertar por la mañana, caminar hacia el frente y pelear nuestras batallas. Es ella, el molino del mundo, la fuerza motriz, la necesaria chispa de coraje. Nelson Gonçalves dijo que “sin pasión no se puede ni chupar una paleta”.


Y la profesión del futuro, queridos jóvenes, es la que respeta quiénes son realmente.