Isabel Ayres: Transformando la Salud Mental de las Mujeres en el Postparto

Nuestra mujer positiva es Isabel Ayres, fundadora de Empyrean You, una plataforma que ofrece programas estructurados para cuidados preventivos y de recuperación de la depresión posparto y el baby blues. Ella nos cuenta un poco sobre su trayectoria profesional atípica y cómo cree que el autoconocimiento es la clave para una buena salud mental.


¿Cómo comenzó su carrera?

Veo mi carrera dividida en dos etapas: antes y después de los hijos. No solo porque todo cambió, sino porque yo cambié y también comencé una segunda carrera. Antes de tener a mi primera hija, trabajé en el área de marketing, más centrada en el mercado de lujo. Las horas eran larguísimas, pero amaba lo que hacía, así que todo valía la pena. Era independiente, tanto financieramente como físicamente y psicológicamente. El alcance del trabajo era desafiante, pero siempre agradable, y tuve la suerte de contar con algunos colegas maravillosos.


Después de tener a mi primera hija, tomé una decisión que no era obvia y que fue tomada después de mucha reflexión y autoconocimiento: no volver al mercado laboral inmediatamente. Después de un tiempo, me quedé embarazada nuevamente y me mudé de país. Fue en Nueva York, un año y medio después del nacimiento de mi segundo hijo, cuando decidí hacer una maestría en Social Work (algo muy parecido a lo que conocemos como trabajo social) y cambiar completamente de carrera. Un factor muy importante para este cambio fue que había pasado por dos depresiones posparto. Y, al observar a mis amigas, conocidas y estudios, me di cuenta de lo común que era este tema, aunque aún sigue siendo un tabú. Muchas mujeres a nuestro alrededor estaban constantemente en modo supervivencia, simplemente porque no hablamos lo suficiente sobre este asunto y no desarrollamos la libertad de pedir ayuda, de buscar autoconocimiento y cuidado, de sentir empatía por la mujer. Es absolutamente necesario proporcionar cuidados a la salud mental de las mujeres, especialmente en el posparto, donde el número de mujeres que sufren depresión posparto en Brasil llega a casi el 40%, dependiendo de la región.


¿Cuál fue el momento más difícil de su carrera?

En la primera mitad de mi vida profesional, sin duda, el momento más difícil fue tomar la decisión de dejar de trabajar. Renunciar a la independencia financiera, al sentido de realización profesional, a la existencia como individuo productivo y a todo el desafío mental, la euforia y la adrenalina que el trabajo me brindaba. Dentro de las oficinas, lidiar con relaciones tóxicas y aprender a equilibrar sabiduría y emoción también fue un gran desafío.


En la segunda mitad de mi carrera, el momento más difícil y que más me drenó emocionalmente fue la práctica que hice en Nueva York con ancianos necesitados, considerados por debajo del umbral de pobreza. Para que mi trabajo fuera bien hecho, fue necesario despojarme de cualquier deseo de "ayudar" o "arreglar" la situación o la persona, porque eso se traduciría en soberbia. Tuve que aprender a conectarme con claridad, con sentido común de humanidad y empatía.


Otro gran desafío, que para muchos puede parecer "banal", fue abrir mi Instagram profesional y hacerlo público. Esta vulnerabilidad, y el acceso que aún no había explorado, me dejó e incluso me sigue dejando insegura e incierta. Pero creo que, si ayudo a una sola mujer, ya habrá valido la pena.


¿Cómo logras equilibrar tu vida personal con la vida corporativa/emprendedora?

Primero, tuve que aprender a pedir ayuda. Como buena mujer criada en los años 80 y 90, ¡el síndrome de "Mujer Maravilla" era real!


Una vez que aprendí a pedir ayuda, también aprendí a delegar y a imponer límites. Aprendí a decir "no" y a priorizar lo que realmente es más importante para mí y para mi salud mental. Creo que el gran secreto está en el arte de aprender a elegir tus batallas. No se puede ganar todas, pero hay algunas batallas que son innegociables, mientras que otras, al final del día, poco me importan.


También uso mucho la buena alimentación y el deporte como aliados de mi equilibrio personal, lo que me permite estar más presente con mis hijos (que me traen tanto amor), con mi esposo y con los que amo. Despojarme de la culpa materna también fue un gran hito. El tiempo que pasamos con los que amamos debe ser de alta calidad; solo la cantidad no basta. También creo que es fundamental que nuestros hijos vean en nosotras, las mujeres realizadas, que trazamos y conducimos nuestras vidas con autonomía, aprendiendo un poco más sobre nosotras mismas cada día.


¿Cuál es tu mayor sueño?

Mi mayor sueño profesional también es un sueño personal. Me gustaría que las empresas, los gobiernos, las escuelas y las comunidades abordaran la depresión posparto con más atención y generosidad. Me gustaría ver modelos de cuidado y atención a la salud mental de la mujer implementados en estas instituciones. ¿Cómo puede una sociedad ser saludable física, emocional y psicológicamente, si las madres, que están en el epicentro del desarrollo humano, no son tratadas?


La salud mental materna no tratada tiene un efecto directo y duradero en las mujeres, los niños y el desarrollo de la sociedad en general. Impide que las mujeres se destaquen en sus elecciones, sean cuales sean.

Personalmente, como madre, sueño con el futuro de mis hijos. Que puedan ser felices, sin importar la forma o el lugar, que sean personas buenas y empáticas. Sueño con que sean ambiciosos con sus propios sueños y siempre estén bien informados al tomar decisiones. Y, sobre todo, que estén seguros.


¿Cuál es tu mayor logro?

Es difícil elegir un solo logro como el mayor, porque, para mí, mis logros son intangibles. Pero dos específicos me vienen a la mente:

El primero es haber encontrado mi vocación, lo que me permite hacer lo que amo, y aún poder ayudar a otras mujeres. El segundo es haber superado dos depresiones posparto, lo que me da una sensación extrema de misión cumplida, de logro y de superación.


Libro, película y mujer que admiro (no puede ser la madre).

Libro: Todos los escritos por Isabel Allende (excepto Paula, que aún no he leído). Allende es una escritora chilena, activista, considerada la escritora latinoamericana más exitosa, que escribió su primer libro a los 40 años. Sus libros son conocidos por el uso del realismo mágico, elementos de fantasía y mito, además de abordar temas como la historia, el amor, la violencia y la memoria, frecuentemente centrados en mujeres fuertes que buscan amor e identidad. Hoy, Allende ha escrito 20 libros que han vendido alrededor de 77 millones de copias.

My Brilliant Friend (A Amiga Genial), novela de Elena Ferrante, es el primer libro de un cuarteto que sigue la amistad de dos chicas, Elena y Lila, que crecieron en un barrio pobre de Nápoles en la década de 1950. El libro es un retrato de esta amistad y del país en cambio. Una curiosidad es que nadie sabe quién es Elena Ferrante, ya que es un seudónimo y su verdadera identidad es un secreto.


Película: Á Espera de un Milagro, adaptación de la novela homónima de Stephen King. La película, con una narrativa emocionante y poderosa, explora la humanidad, la compasión y las complejidades del bien y del mal. Se desarrolla en una prisión en Luisiana durante la década de 1930 y se enfoca en la vida de prisioneros y guardianes en el corredor de la muerte, especialmente en el personaje de John Coffey. La película aborda temas como la injusticia y el prejuicio, mostrando cómo la relación y el vínculo entre las personas trascienden la raza y el estatus social.


Mujer: La mujer que más me inspira es la que veo día a día, que vence batallas cotidianas sin darse el valor necesario. La mujer que me inspira eres tú, es ella, es la otra, aquella. Es la madre soltera, es mi amiga que venció el cáncer, es la emprendedora agotada que casi no duerme. Es la madre que llora y ríe de desesperación. Ser inspiradora, para mí, está en las matices de las historias de cada una de nosotras y en el impacto que tenemos en las vidas de los demás a nuestro alrededor. Las mujeres inspiradoras son las que despiertan en los otros el deseo de cambiar, de escuchar, de crear, de expandir (dentro o fuera de casa, dentro o fuera de sí mismas). La mujer inspiradora es la que se levanta temprano, sale a trabajar, vuelve tarde y se siente culpable por no haber logrado acostar al hijo. Es la mujer que decide no tener hijos. Me inspiro en mujeres que buscan, que desafían, que tocan, que valoran, que estimulan. Las mujeres que empoderan, las mujeres positivas, me inspiran.