Dione Assis
Nuestra Mujer Positiva es Dione Assis, abogada, emprendedora social y fundadora de Black Sisters in Law (BSL). Con una red que ya conecta a más de 8,000 abogadas negras en todo el país y en el extranjero, Dione es una referencia en lo que respecta a la representación y la transformación en el mercado jurídico. Ella cree que no basta con abrir caminos, sino que hay que garantizar que las próximas puedan caminar con más libertad, dignidad y reconocimiento.
1 ¿Cómo empezó tu carrera?
Mi carrera comenzó con un sueño audaz y un plan valiente. Crecí en la Baixada Fluminense de Río de Janeiro, en una realidad marcada por la escasez, pero también por la fuerza de las mujeres negras de mi familia. A los 13 años, visité un tribunal por primera vez con mi padre afectivo y, al presenciar un juicio, decidí: quería ser jueza.
Sabía que no bastaba con soñar, había que actuar. Estudié en una escuela pública y, a través de EDUCAFRO, obtuve una beca completa en la primera clase de FGV Direito Rio. Fueron años de desafíos, pero también años de mucha dedicación. Hice un máster, fui aceptada en el doctorado, fui tutora e investigadora, y transformé la educación en un puente hacia el futuro.
2. ¿Cómo funciona el modelo de negocio de BSL?
BSL funciona como un verdadero ecosistema jurídico liderado por mujeres negras. Trabajamos con una comunidad activa, la BSL Academy con cursos prácticos y mentorías, y proyectos corporativos centrados en la diversidad racial y de género en el mercado jurídico. También realizamos eventos de formación, inmersiones y acciones de impacto. Nuestro modelo es sostenible, con monetización proveniente de infoproductos, asociaciones institucionales y programas desarrollados a medida para empresas que desean transformar sus prácticas jurídicas.
3. ¿Cuál fue el momento más difícil de tu carrera?
Lo más difícil fue el inicio de la universidad. Fui aceptada en la FGV, una de las instituciones más prestigiosas del país, pero no tenía dinero ni para el transporte a clase. Tuve que encontrar soluciones creativas, como matricularme en una escuela pública cerca de la universidad solo para poder usar el pase libre. Llevaba mi fiambrera todos los días, a escondidas, hasta que transformé esa vergüenza en un poder colectivo: otros compañeros también empezaron a llevarla. Tenía todo para rendirme, pero decidí seguir adelante. Y ese movimiento interno cambió mi historia.
4. ¿Cómo logras equilibrar tu vida personal con la vida corporativa/emprendedora?
Aprendí que para cuidar un proyecto colectivo, primero hay que cuidarse a uno mismo. Tengo una rutina estructurada, practico la autorresponsabilidad y busco el equilibrio emocional y espiritual. Hago pausas cuando es necesario y me rodeo de una red que me apoya. También soy muy fiel al propósito de BSL, y eso me ayuda a decir "no" cuando lo necesito, incluso para proteger mi salud mental y lo que es sagrado para mí fuera del trabajo.
Como mujer negra, sé que a menudo se nos empuja al lugar del agotamiento. Así que mi equilibrio proviene de la conciencia de que no tengo que hacerlo todo sola. Comparto tareas, priorizo lo que es importante y reservo tiempo para estar con mi familia, incluido mi marido, que también es negro y me apoya mucho en este viaje.
Además, mi espiritualidad y mi terapia son pilares de apoyo. Aprendí que el autocuidado también es una forma de activismo.
5. ¿Cuál es tu mayor sueño?
No tengo sueños, tengo metas. Mi principal meta actualmente es que las mujeres negras dejen de ser la excepción en la cima del mercado jurídico y se conviertan en la regla. Quiero ver a abogadas negras como socias en grandes bufetes, liderando departamentos jurídicos, trabajando en consejos corporativos y firmando contratos multimillonarios. Sueño con un ecosistema jurídico donde el talento no sea invisibilizado por el color de la piel. Y, mientras ese futuro no llega, sigo trabajando para construirlo con BSL.
6. ¿Cuál es tu mayor logro?
Mi mayor logro fue haber logrado terminar la universidad. Parece sencillo, pero para mí fue un camino lleno de obstáculos: financieros, emocionales y sociales.
Pero seguí adelante. Y me gradué. Ser aceptada y poder asistir a un curso tan exigente, mantenerme firme hasta el final y obtener mi diploma fue, sin duda, uno de los momentos más memorables de mi vida. Más que el título, lo que llevo conmigo es la certeza de que valió la pena no rendirse.
7. Libro, película y mujer que admiras (no puede ser tu madre)
Libro: Justicia: ¿Hacemos lo que debemos?, de Michael Sandel, me marcó mucho por provocar reflexiones profundas sobre la moral, las elecciones y la responsabilidad colectiva. Me dio los argumentos jurídicos cuando más necesitaba defender la política de cuotas.
Película: Talentos ocultos, porque cuenta la historia de mujeres negras brillantes que, a pesar de ser invisibilizadas, fueron decisivas para uno de los momentos más importantes de la historia de la humanidad. Me inspira como mujer, como negra y como profesional.
Mujer que admiro: Michelle Obama, por la forma en que ocupa los espacios, con inteligencia, serenidad y profundidad. Para mí, ella representa el equilibrio entre fuerza, empatía y estrategia.