Brunna Farizel

Nuestra Mujer Positiva es Brunna Farizel, fundadora de Splash Bebidas Urbanas. Después de una carrera consolidada en el mercado corporativo, Brunna transformó su inquietud en acción y decidió emprender. Hoy, lidera una red que democratiza el acceso a productos de calidad para diferentes estilos de vida. Para ella, el equilibrio es el resultado de la gestión de la energía y la presencia real en los momentos que importan.


1. ¿Cómo empezó tu carrera?

Desde muy joven, ya tenía un espíritu emprendedor, incluso sin saber lo que eso significaba. En la escuela, participaba en los consejos estudiantiles, organizaba gincanas, viajes, eventos... Después, en la facultad de Comunicación Social, seguí en esa línea: planeaba los viajes de la clase para congresos, me encargaba de la logística, las cotizaciones, los uniformes, hacía que todo sucediera. Siempre me gustó pensar en la estrategia, en poner proyectos en marcha.


Mi primera pasantía también fue el resultado de esa mentalidad. Tenía muchas ganas de trabajar en la filial de Rede Globo en Espírito Santo y, aun sin tener las habilidades técnicas perfectas para la primera vacante, tracé una estrategia para llegar allí. Acabé siendo llamada para otra función, creada especialmente después del proceso de selección, debido a mi actitud.

Después de eso, la trayectoria continuó: monté mi primera empresa, viví una experiencia transformadora en Angola durante seis meses y, al regresar a Brasil, conocí a Lucas, mi marido y socio. Emprendimos juntos, pasamos por fracasos, quebramos dos empresas, y fue a partir de ese aprendizaje que nació, años después, Splash Bebidas Urbanas. El emprendimiento siempre ha sido parte de mi esencia. Hoy, mirando hacia atrás, veo cómo cada paso fue fundamental para construir la profesional y la emprendedora que soy.


2. ¿Cómo está formateado el modelo de negocio de Splash Bebidas Urbanas?

Splash Bebidas Urbanas es una red de franquicias de cafeterías que nació para ofrecer alimentos y bebidas con sabores muy brasileños de forma práctica, accesible y escalable. Nuestro modelo de negocio se basa en una operación simplificada: las unidades no necesitan cocina propia, lo que facilita la gestión, reduce los costos fijos y garantiza la estandarización de los productos.

Trabajamos con alimentos y bebidas listos o semilistos para el consumo, lo que permite atender diferentes momentos del día, ya sea para quienes buscan un desayuno rápido, una pausa a mitad de jornada o una merienda. También ofrecemos un modelo de delivery estructurado, lo que amplía aún más el alcance de la operación, principalmente en ciudades donde el consumo fuera de casa viene creciendo.


Creamos un negocio atractivo tanto para ciudades pequeñas, que a menudo carecen de opciones diferenciadas y de calidad, como para grandes metrópolis, donde la vida ajetreada demanda soluciones prácticas, rápidas y con una buena relación costo-beneficio.

Además de las unidades tradicionales, también operamos en el modelo store-in-store, en el que Splash funciona dentro de establecimientos asociados, como gimnasios, tiendas y mercados, aprovechando espacios ya existentes para potenciar las ventas.

Los franquiciados cuentan con soporte completo, que incluye capacitación, apoyo de marketing, operación y desarrollo de nuevos productos, para que puedan gestionar su negocio con autonomía, pero con todo el respaldo de una marca que crece de forma sólida y estructurada.


3. ¿Cuál fue el momento más difícil de tu carrera?

Sin duda, el momento más difícil de mi carrera fue cuando tuve que decidir renunciar a la estabilidad de un empleo fijo. Ya tenía una trayectoria construida, un cargo con estatus, reconocimiento y hacía algo que me gustaba mucho. Pero, al mismo tiempo, cargaba una inquietud interna, unas ganas de vivir algo diferente, de tener más libertad y calidad de vida, principalmente con la llegada de mi primera hija, Helena.


Esta decisión llegó en el momento del embarazo y estuvo llena de miedo, inseguridad y muchas dudas. No sabía qué esperar. Emprender de nuevo, después de haber vivido fracasos anteriores, era un salto al vacío. Pero, mirando hoy hacia atrás, puedo decir que fue la decisión más difícil y, al mismo tiempo, la más asertiva de mi vida. Si no hubiera tomado esa elección en aquel entonces, tal vez me hubiera quedado en Helena y no tendría la hermosa familia que construí, con la llegada también de Sofía y Enrico. Además, veo realizado en mi día a día aquel sueño que parecía tan distante: poder estar más cerca de mi familia, gestionar mi tiempo y crear algo que lleva mi propósito.


4. ¿Cómo logras equilibrar tu vida personal con tu vida corporativa/emprendedora?

El equilibrio llegó mucho con la madurez y, principalmente, con el entendimiento de que no es algo fijo, sino un alineamiento constante. Después de tomar la decisión más difícil, pero también la más asertiva de mi vida, que fue dejar la estabilidad para emprender, comencé a valorar de verdad aquello que me incomodaba y a buscar cambios que me acercaran a una vida más ligera y placentera.

Entendí que el equilibrio no está en hacer todo, sino en gestionar mi energía. Mi agenda siempre está llena, tanto con compromisos profesionales como con la intensa rutina de los niños, pero aprendí a estar 100% presente en cada momento. Cuando estoy en el trabajo, estoy completamente en el trabajo. Cuando estoy con mis hijos, estoy completamente dedicada a ellos. No tercerizo totalmente esa responsabilidad. Me aseguro de seguir de cerca su vida, no solo los fines de semana, sino en el día a día.


Esta gestión de energía también se extiende a mi relación con Lucas. Además de socios, somos pareja, y nos aseguramos de que nuestro tiempo a solas también tenga su espacio. Sin esta conciencia, el viaje emprendedor, que es intenso y desafiante, podría consumirlo fácilmente todo. Así que, para mí, el equilibrio es eso: presencia real, enfoque total en cada momento y respeto a lo que es prioridad en cada fase y situación de la vida.


5. ¿Cuál es tu mayor sueño?

Tengo muchos sueños materiales y profesionales, claro, pero cuando leo esta pregunta, lo que realmente viene del fondo de mi corazón es el deseo de ser siempre una presencia querida en la vida de mis hijos. Mi mayor sueño es construir, y mantener, una relación de cercanía, amistad, intercambio y confianza con ellos.


Creo que este tipo de vínculo se construye todos los días, con elecciones conscientes, con presencia real, con entrega. Quiero que ellos quieran mi presencia en su vida, que me vean como alguien con quien pueden contar de verdad, incluso en las fases más desafiantes, como la adolescencia. Sé que las divergencias van a ocurrir, pero el sueño es ese: ser una madre que estará no solo en el papel, sino en su vida de manera activa, amorosa y respetuosa.


6. ¿Cuál es tu mayor logro?

Mi mayor logro, sin duda, es haber conseguido mirarme con verdad, comprenderme, reconocer mis dolores, mis dificultades y saber dónde necesito poner más luz y más enfoque. Todo lo que vivo hoy es fruto de este proceso interno y continuo.


Ver a Splash creciendo, traccionando con tanta fuerza en tan poco tiempo, y todo construido desde cero, con capital propio, mucho sudor y entrega, es la materialización de esto. Pero lo que más me emociona es percibir que hoy vivo exactamente el sueño que parecía tan distante años atrás. Elegí emprender para tener más calidad de vida, ser dueña de mi propia agenda y vivir momentos de valor con mi familia. Hoy, miro hacia atrás y veo que conquisté ese sueño. Creo que esta es la mayor de las bendiciones que Dios podría darme: tener la oportunidad de vivir lo que un día solo podía imaginar.


7. Libro, película y mujer que admiras (no puede ser tu madre).

Un libro que fue muy importante para mí, especialmente en la fase de transición de carrera, fue El arte de la imperfección, de Brené Brown. Me ayudó a equilibrar el miedo con la valentía para seguir adelante y me enseñó la importancia de acoger nuestras vulnerabilidades. Hoy se habla mucho de esto, pero en aquel entonces era un tema que causaba cierta incomodidad. Este libro me hizo ver la importancia de vivir la vida con vida, con autenticidad, alegría y aceptación, incluso en los momentos difíciles, que todos nosotros inevitablemente enfrentamos.


Una película que me marcó mucho es Sueño de fuga (The Shawshank Redemption). A pesar de transcurrir en un ambiente de prisión, trae reflexiones profundas sobre lo fácil que es acostumbrarse a estructuras y rutinas, incluso cuando nos aprisionan. En el emprendimiento, veo mucho esta analogía: personas que pasan décadas haciendo lo mismo, sin permitirse vivir nuevas posibilidades. Es una película que habla sobre resiliencia, esperanza y el coraje de reconstruir la propia historia.


Sobre mujeres que me inspiran, cito dos grandes brasileñas: Luiza Helena Trajano, que es una referencia en liderazgo, sensibilidad y fuerza en el mundo de los negocios, y Carla Sarni, que tiene una trayectoria increíble en el segmento de franquicias, transformando desafíos en oportunidades reales. Ambas son ejemplos de trabajo duro, visión y transformación, inspiraciones muy cercanas y posibles para nosotras, mujeres emprendedoras.